domingo, 26 de abril de 2009

El Jabalí de Erimanto

La cuarta misión a la que había sido encomendado Hércules era capturar al jabalí de Erimanto, que era una criatura que causaba estragos. En el camino hacia Erimanto, hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con él su comida y su vino. Sin embargo, los otros centauros al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos, se enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban. Mientras Heracles enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de Heracles y la examinó asombrado, pero con tan mala suerte que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pié y matándolo. Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y persiguiéndole durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde saltó sobre su lomo atándolo con cadenas después, llevándoselo a Micenas sobre sus hombros. Este perverso jabalí era el símbolo viviente de todas las bajas pasiones animales.

1 comentario:

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